Casa de los Huéspedes de Colombia

La Casa de Huéspedes de Colombia en Cartagena de Indias realizada en la parte de restauración con Germán Téllez. "Nace de un puñado de modestas ruinas olvidadas en la bahía de Cartagena y del interrogante que se plantea al vasto inventario patrimonial dejado en nuestra patria durante 300 años de dominio colonial español " .... ( Germán Téllez. "El Fuerte de Manzanillo y la Casa de Huéspedes de Colombia en Cartagena ")

La Casa de Huéspedes de Colombia es por consiguiente la recuperación del sitio y de las ruinas del viejo fuerte de "San Juan de Manzanillo" incorporado a una obra nueva; el albergue para los huéspedes de Colombia.

La reutilización del pasado en el presente, presenta siempre grandes dificultades de diseño, como es el encontrar la escala apropiada entre lo nuevo y lo antiguo, de evitar ( en este caso por voluntad de los diseñadores ) que el pequeño almacén de provisiones de 117 m2 cubiertos del fuerte "San Juan de Manzanillo" desapareciera al lado de la construcción nueva veinte veces mas grande; que de las alturas de las dos construcciones dominara la más antigua, y que la distancia entre las dos obras fuera la justa y la necesaria para diferenciar y dar autonomía a las dos construcciones, pero que al mismo tiempo fuera una sola arquitectura en la que lo antiguo y lo nuevo siguieran siéndolo, tanto constructivamente, como formalmente.

La Casa de Huéspedes, ubicada frente a la ciudad amurallada construida en piedra, no podía olvidar ni el material dominante en la ciudad, ni su imponente presencia, que se dibuja en cada vano de la casa. Las formas y los volúmenes hechos para ser descubiertos, no debían imponerse en el paisaje: sólo sobresale la techumbre en teja española del viejo depósito.

La casa conformada por patios sucesivos fue construida en ladrillo y en piedra coralina, como las murallas de Cartagena. Fuertes muros horadados conforman los patios y corredores - referencias a la arquitectura cartagenera - entre las cuales se descubren al sesgo todos los espacios de la casa, lugares de encuentro diversificados pero que conservan una rigurosa unidad.
En los patios, la luz brillante se tamiza hacía el interior de la casa, a través de los corredores, donde fluye agua corriente que viene de los patios, en atarjeas de ladrillo: agua encontrada que forma ondas y sonidos refrescantes. Las cubiertas de bóvedas fueron hechas para caminar y descubrir en un recorrido al descubierto, patios y paisaje, cielo y mar, y los jardines que rodean la casa.